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martes, 30 de marzo de 2010

ASTRID FUGELLIE

ASTRID FUGELLIE
(1949)

He leído bastante poesía de Astrid Fugellie y he quedado fascinado por su destreza y calidad...Es una grandísima poeta, diría que ese mundo mágico de verbos y metáforas
ya las tenía en su espíritu aún antes de nacer. Es admirable desde todo punto de vista. Astrid es una gran poeta por la gracia de los cielos

AGUACERO


Bebo junto a la ventana occidental.
Pienso en pláticas, en el hombre,
y ningún brote, ningún carruaje se aproxima.
Táo Yuan Ming (365 – 427 A. de C.)
La tierra
a tajo abierta
y la caída, la re-caída; lengua
fría de la lluvia y la mojada, la re-mojada.
Los hermanos lejos, ay: ¿Acaso el vientre
oscuro del agua?
¿Acaso el negro vientre y sus anillos, y sus paisanos
sordos y mudos en el encuentro, el des-encuentro sobre
las flores?
¿Y los visillos, dónde?
Los amigos apartados, los vecinos solitarios, al fin de
cuentas… ¿dónde la culpa?... la válida, la desvalida, la
cierta, la incierta, la caída en luna clara, la enhoyada en
pozo negro?
¿Maldecidos
quizá,
para que todo, para que nada, para que
lluvia todas las copas de los árboles y los balcones?
178
Llueve, intensamente llueve y es tumulto el aguacero,
todo lo yerto a la medida sobre las aguas.
Y el canto de las orugas, y el rojo de los sauces detrás de
las verbenas, alguna piedra… no sé.

RETRATO

La niña que se esconde
detrás de la lluvia,
la entregada a los misterios
del agua.

Así,
cuando el secreto se descubre
en algún océano
que nunca vuelve.


ROMANCE DEL DIOS MUERTO
Las venas con poca sangre
Los ojos con mucha noche
Luis de Góngora
Crucificado, Dios aperra
de este mundo quejumbroso:
dos pajareras atadas
como dos ojos, llorosos.
Llagado por las masacres
sucio de rezos-dejados
do replegado en la angustia
de sangre en sangre, el Malamado.
Tiempo, ha tomado tristón
su alma aceniza a la lluvia
de tal espanto las piedras
se vuelven corteza mustia.
Sombras paradas vigilan
y penas mojadas discantan
cuando fuga el Macerado
yerto en cruzluto, Elvaciado.

lunes, 29 de marzo de 2010

ORDENES PINCHEIRA, UN POETA INTEGRAL

ORDENES PINCHEIRA, UN POETA INTEGRAL

por Ana María Vieira

( presentación del libro “Piedrecitas de colores”,
en la Sociedad de Escritores de Chile, jueves 26 de marzo de 2010) CARLOS



Hoy celebramos con regocijo un nuevo y valioso aporte literario que enriquece, no sólo a la poesía chilena en un amplio sentido, sino además contribuye a impregnar nuestra terremoteada atmósfera nacional con aromas de infancia y esperanza.

Entrañable amigo, a quien llamé en cierta ocasión “poeta de la soledad, en cuya obra se plasma el sentido trágico de la vida…” Pero sin duda Carlos es mucho más que eso: se trata de un poeta integral, que en su vastísima obra y con una contundente trayectoria transita con igual talento por distintos géneros literarios, incluyendo cuentos y poemas infantiles.

Un poeta solidario que no sólo se ha ocupado de escribir sus propios textos sino también de rescatar la palabra poética de las mujeres. La organización de numerosos recitales femeninos, así como la labor infatigable de antologar a nuestras escritoras, dan fe de sus generosos esfuerzos por difundir también las voces de otros creadores.

Tal es la vocación de este poeta múltiple, capaz de entregarnos variedad de escritos: cuentos que retratan estampas de un barrio perdido, poemas sombríos o esperanzadores, o un micro-cuento como éste:

El maniquí estaba arrepentido de tener sueños humanos ¡y se suicidó!

Un poeta reflexivo que se ha construido sobre su propio dolor, creciendo sobre sus propias heridas sin por ello olvidar el dolor de sus semejantes. Y que es capaz de afirmar:

“no debemos permitir que nos derrote la barbarie”

Pero el hombre persiste en la barbarie. Entonces el poeta nos revela, visionariamente, la remecedora respuesta de la naturaleza, que en estos días tantos compatriotas han vivido en carne propia:

…el mar avanza junto a la noche estampando cruces en las puertas
donde no sonarán los timbres del sueño.

Ha publicado más de veinte títulos, y tiene aún numerosos textos inéditos así como diversos poemas y cuentos reunidos en plaquetas: “Milenaria ensoñación”, “En la espesura de un sueño inconcluso”, “Sobre los techos duermen las estrellas”, “Catorce rutas para un ángel torpe”(esta última publicación reúne sonetos escritos como Diego de la Noche, uno de los heterónimos, junto a Nozaroc Zilefni que el autor utiliza, a la manera de Pessoa, para expresar las distintas voces que conforman su identidad).

No conozco sus primeros libros, “Grillos en el alma”, publicado en 1962 y “Lagarto” de 1963. Pero estoy segura de que constituyen un feliz augurio de lo que después vendría.

Su tercer libro “Llanto Milenario”, de 1967, publicado por Editorial Neupert agotó en sólo tres meses sus 1.500 ejemplares. Cuando lo leí, en el año 2000 me conmovió su profunda mirada poética sobre la condición humana, al punto de proponer al autor realizar una segunda edición bajo el sello de Editorial Semejanza. Esta obra fue objeto de elogiosos comentarios. Para no olvidar son estos recordados versos:

Todo el universo
se reduce a una choza pintada de miseria,
a un techo perforado por los dardos de la lluvia.

La lluvia, así como el viento y el mar, (ese anciano azul) están muy presente en su poética. Esta lluvia, llanto milenario a veces cruel y furioso, hoy se percibe ligera en su nuevo libro: es madrina, dulce regalo del cielo con sus pepitas de cristal, perlas bailarinas que brillan como guijarros de luz.

Pero también está la infancia. En este libro encontramos a aquel niño envejecido por el sufrimiento, cuando nos dice:

Heridos están los cielos:
Es un sollozar, un grito entre las zarzas,
Cierto niño doliente
que gime desde el corazón de la tierra.

Y en forma aún más impactante, leemos en el duodécimo canto (XI)

En Boroa un pequeño trozo de sombra va caminando.
Es un niño mapuche.
En sus ojos castigados Lautaro llora en soledad.
buitres han devorado su inocencia, llenando de nieve
sus manos. Hace ya siglos que camina
con un pie aplastándole la cabeza.
Nadie siente su silencio en cuyo fondo dormita un anciano.

En este mismo poemario “Llanto Milenario”, encuentro los indicios de otro de lo motivos recurrentes a lo largo de su obra: la constante búsqueda de la madre. Esa madrecita triste que partió temprano y que él encuentra en sus amadas poetas ya desaparecidas: Eliana Navarro, Stela Díaz Varín.
En el canto IV nos dice:

En Angol nació mi madre.
Me explico ahora su tristeza
cuando la lluvia sembraba de nostalgia la noche.
Su primera lágrima en esta dulce tierra.

Como quisiera sentir sus manos
en este rostro maldito
ahora que galopan tantos jinetes enmascarados.

Era tranquila, triste, bella
como una piedra bajo el agua.


La figura materna que el poeta evoca en el libro que hoy celebramos, se manifiesta en otra tonalidad, sin duda, aunque persiste claramente el trasfondo de añoranza y a la vez, de tributo y admiración de un hijo que nos confiesa:

Yo quería siempre verla
Agitando un cascabel,
Yo quería retenerla
Con mis mares de papel.

El hijo poeta, en su ensoñación, recibe agradecido la canción y el oso de terciopelo que la madre le envía para Nochebuena

Hubiera querido poder compartir con ustedes mi lectura y mi visión de muchas otras obras de Carlos. Misión imposible en tan poco tiempo, pero tarea pendiente para el futuro.

Además de Llanto Milenario, editamos bajo el sello de Semejanza “Firmamental Agonía” de 1999, “Brizna en la noche sobre el pasto”, poemas breves, merecedores del Premio Enrique Gómez-Correa, año 2000 y “De las bestias al hombre”, 2001.
Entre tantos títulos editados por otros sellos o auto-editados, sólo menciono algunos de los que he leído y en los en que se encuentran los motivos de la muerte, la soledad, el miedo: “La tierra pide silencio”, de 1974, “Alguien camina sobre mi tumba, 1998, “Dios en aire sobre un trino”. 1997. En forma especial, “El viajero Iluminado”, poesía pura escrita en prosa donde se despliega lo mejor del alma del poeta, su compromiso con la naturaleza y el niño, sobre todo, aquellos más desposeídos.

Por último, percibo en la escritura de este poeta una inquietud constante por encontrar su identidad, por saber quién es, por alcanzar y reunir sus fragmentos, a pesar de esa amargura de siglos que lleva sobre los hombros. Nos dice: “busco mi faz verdadera”. O bien: aún siento que no puedo asirme a mi propio ser, aunque se define vagabundo vestido de crepúsculos. Y no están ausente en la búsqueda de la propia identidad, los sentimientos de soledad, temor, asombro:
Entre todas las máscaras/estuve solo. Aún conservo esta mezcla de miedo y asombro.


Se ha dicho que lo que importa de un poema no es lo que dice sino lo que es. Para T.S.Eliot cada poema tendría una existencia que está entre el poeta y el lector, una realidad nueva que no es simplemente la realidad de lo que el escritor está tratando de expresar o de su propia experiencia al escribir el poema.
No obstante, cuando canta a la soledad o a la muerte, por ejemplo, el poeta proyecta, como en un eco, su propia experiencia, sus propias ensoñaciones. Creo que éste es, sin duda, otra de las características relevantes de su pluma.

Para finalizar, preciso es decir que hay en el trasfondo de estos poemas una permanente añoranza y búsqueda de Dios, el asombro de un mundo de contrastes entre el horror y la belleza de lo creado, que no logramos comprender. Su mirada ante la insensatez del progreso, la crueldad del hombre, la injusticia, la miseria y el dolor humano es de asombro y de lúcida interrogación. Y es tan potente como su mirada hacia la belleza, el amor, la naturaleza, los animales, las plantas y los niños. “La poesía –dice Shelley- une la exaltación y el horror, el agravio y el placer, la eternidad y la mudanza. Une bajo su yugo de luz todas las cosas irrenconcicliables”.

Vida y obra de Carlos Ordenes Pincheira se reúnen, se reconcilian bajo estas coordenadas. Y desde esa trinchera, el poeta nos invita a reflexionar y a luchar.
…es necesario
atrincherarse, incendiar
la oscuridad de los lobos, defender
esta sangre
que clama en la noche y la distancia
por un futuro de alas.

Y ahora saludamos tu nuevo libro recordando la primera estrofa de un hermoso soneto titulado “Nocturno” del poeta Diego de la Noche o lo que es lo mismo, pronunciando tus propias palabras:

Escrito está en la piedra mi destino.
Huya lejos lo negro, lo doliente.
Que mi grito fallezca en la corriente
Y en la noche gigante surja un trino.

Por ese trino que hoy se eleva en tus “piedrecitas de colores”, recibe mis personales felicitaciones.
El libro que hoy celebramos refleja no sólo tu gran valor como poeta y creador, sino también la dignidad de tu espíritu.

Ana María Vieira
Santiago de Chile
26 de marzo de 2010

domingo, 28 de marzo de 2010

CARMEN ÁVILA

CARMEN ÁVILA
(1930)

Madre lluvia para un canto inmemorial, influjo de gotas enlunadas para edificar alturas y aromas, senderos arrebolados y sinfonías únicas...
La poeta es hija de la lluvia: por eso, al leerla se siente caer el agua de las hojas...
Carmn Avila es una de las buenas poetas chilenas...

MI CANTO

Provengo de la cálida
fineza de la lluvia
cuando hace venas y arterias
la piel de nuestra tierra
en medio de juncales y saltan a los ojos
desnudos los ramajes.

Provengo de la nieve
unida a los pezones de la madre montaña,
del viento que se vuela
en los ventanales del mar
con su protesta de obrero atribulado.

Y ese olor a lluvia azotando campos y sembrados,
se fue adhiriendo a mi lenguaje interno
sirviéndole de cuna
a mi canto.

DIGAMOS QUE HOY LA LLUVIA

Digamos que hoy la lluvia
caerá más dulce sobre los tejados pobres,
porque adivinará la fiebre y los zapatos rotos
a la hora alborotada de las múltiples goteras

Quizás se transforme en esponja
y seque milagrosa las paredes,
el armario,la cama, el vidrio herido.

Digamos hoy se balanceará la lechuza
sobre el alambre flojo,
el que sostiene las ropas
en el patio común de las viviendas.

Digamos, pasará la lluvia
habrá bonanza y el barrio imaginario
seguirá dibujando veredas ilusorias
marcando los pasos de niños
hacia las canchas de fútbol,
hacia los prados con flores
y una mesa repleta los acoja.
Con el beso templado del sincero alimento.

Digamos que hoy la lluvia...

TATIANA OLAVARRÍA

TATIANA OLAVARRÍA
(1949)

La mayoría de los poemas que hemos conocido de Tatiana Olavarría son breves y muchos de ellos son excelentes, como este “flores en el ojo de la lluvia”.
Bien por ella.


FLORES EN EL OJO DE LA LLUVIA

a Sola Sierra

Ellas bailan solas
entre sus pechos la ausencia muerde
marchitas flores
que nunca llegan a destino.

Bajo esa mirada triste
el sol desaparecido
esconde lágrimas gastadas.

En el gris murmullo
de las memoria.

Ellas bailan con la sombra
angustia apretujada entre los dientes,
retratos amarillean de domingos
en la plaza cercana
mientras el tiempo con su lluvia
dibuja estrellas ciegas
en los ojos
y las manos.

viernes, 26 de marzo de 2010

ANA ROSA BUSTAMANTE

ANA ROSA BUSTAMANTE

Esa poeta no tiene reparos en señalar que sus molinos arden por los cuatro costados y es fiel a sus principios y a su propio corazón. Las palabras van brotando como de una vertiente y sus
conceptos son inalterables.
Es una poeta con oficio, con ímpetu, avanza contra todos los vientos o tempestades,y nada la
detiene alzando airosa su bandera poética.


BAJO LA LLUVIA
 
Le dije bajo la lluvia me encontraré
entre la bruma y el tumulto de mi pubis parchado,
 
rutila la luna por los páramos donde medito,
allí me desnudo y me enfrío y me hurgo,
 
lo espero con su sarga de otoños poderosos y flores
carcomidas que aún me encienden
entrelazadas a mi cintura generosa.
 
Le dije aquí me nacen las cintas al vuelo
y mis talones se entierran en el lodo,
 
majestuosa es mi vocación de adorarte como a un yeso
que lagrimea
bajo la lluvia,
 
el plácido jornal entre mis piernas que lavo en un lago
el cráter cerrado,
 
mi fuego respira la noche
y yo reverencio a tu ausencia
como  armonía es  tu boca que va lamiendo mi surcos.
 
La luz vaga entre las sombras y el agua se anida en la urdimbre
celosa de la tierra,
así lo espero bajo esa lluvia y el vaivén de las horas,
renueva la voracidad de mi cuerpo aunque este canto brinque
los abismos hospitalarios
hurgándome el viso duro de mi pezón,
 
aún espero,
el mundo arma su espectáculo y sangra por los polos,
 
que venga con su desnudo desparpajo de olvidar la sorna de algunos,
calla como siempre en las nieblas y la verde vera,
allí vacilo la divina hoguera que hace siglos me quemó.
 
Apacíguame feroz
bajo la lluvia,
la luna que no luce blancura se encela
 
voraz acércate a ella y la extingues
que yo aplacaré las guerras en nuestras bocas cuando
hayas encallado manso y dulce el arca
que nos guardará de las hordas.

miércoles, 24 de marzo de 2010

LA POESÍA DE NOZAROC ZILEFNI

LA POESÍA DE NOZAROC ZILEFNI


NIÑO AMARGO

No debo crecer
-le digo al viento-
hay demasiado monstruos y
yo tengo las manos de espuma,
soy frágil
como el yuyo.

Le diré a la lluvia
que me lleve a un país sin dueños
para arrancar
este dolor de niño amargo...

ATARDECER

Cielo de atardecer lleno de guindas.
El viento
monta un perfume de hinojos y
se adormece
entre los sauces.
Sería todo más lindo
si yo no tuviese estómago:
me dedicaría
a beber mariposas y
a coleccionar pepitas de rocío...

LA MUERTE DE UN NIÑO

Un niño
que tenía padres y
el pan era un buen amigo en la casa,
ha muerto.
No entiendo por qué se fue
un ángel tan hermoso
si tenía hasta una cama donde dormir...
Era firme
como una mata de choclo.
Su mamá es linda más que todos los cielos y
llora su partida....
¡Cómo me gustaría ser ese niño...!

ALIMENTO COTIDIANO

En esta acequia me detengo siempre
a mirar el agua
oscuramente café. Pasan palos, ramas,
hojas y... apenas diviso
una cáscara de sandía
la ensarto
con un alambre de paraguas y
me la como
mientras un poco de sal líquida
me sale por los ojos...

DISTANTE MADRE

Tus nuevos vástagos
te distanciaron de mí...
En este sueño de fonolas y liendres
sólo un pedazo de madre
tengo de ti.
Sólo te amo por las zancadillas recibidas,
porque envejeces
curvada sobre la artesa y
nadie en este desierto
medita en tu lastimada paciencia...
No me ves,
estás como al otro lado del horizonte.
No puedes ver
lo que ahora soy:
anciano de diez años
en un país de muñecas destripadas.

COMO UN PERRO

Soy
como un perro salpicado de barro
que no tiene dioses ni amapolas.
Soy
unos ojos quebrados
que quisieran apagarse
mientras nada encuentro
en este planeta de fauces amenazantes...

A TRAVES DE LOS VIDRIOS

Me gustaría
ser ese niño
que observo a través de los vidrios:
su madre le canta
para que sueñe con jardines alados y
caballos anaranjados.
A esta dulce señora
le diría gracias por darme
el agua tibia de su mirada
Y su voz me llevaría a un país encantado...

EN LA ESPESURA DE UN CUENTO

Quisiera
meterme dentro de un cuento,
jugar con gnomos, montar
una rosada nube, quedarme allí
mirando
el ir y venir de días y noches...

En algún recodo celeste
hallaría una princesa
jugando con aves y lunas...

Me quedaría
para siempre
en un camino desconocido.

ESCOPETA CON HOMBRE

Más allá
de los alambres de púas
las manzanas brillan al sol de la tarde.

Si me acercara... podría vencer
este dolor
con esas rojas delicias colgantes...

El capataz de la chacra -dicen-
les corta la cabeza
a los niños que roban fruta...
No me atrevo:
en la alfalfa
puede estar escondida
una escopeta con hombre...

FRÏO

Sería maravilloso
que en un carro de cristal
llegara Dios
a mirar
las traperías malolientes
que me cubren:
al verme temblar, él también lloraría...

SERIA TAN LINDO...

Si usted supiera señora
cómo me duele
la poca luz que me alumbra.
El pan florece en su casa.
Y no puedo pedirle que sea mi madre,
¡sería tan lindo
reflejarme en sus ojos...!
Yo nací
cuando las ratas
devoraban la luna y
un ángel negro
vino a quebrarme la mirada....

LA NOCHE ES MI MADRE

En mi alma
la noche desgrana un silencio
pleno de sonidos, advierto
cierto gemido,
en increíbles distancias. La noche
es mi madre,
parece no amarme, me castiga
con ceniza,
oscuridad, hielo, y sus carcajadas
son truenos
retumbando en caminos sin fin...
cuando un pájaro helado
me rompe la cara...

Los adultos desprecian
mis ropajes enfermos.
Sólo en sus arrugas
depositan las miradas.
Invisible soy:
no me ven cuando me retuerzo
sobre la vereda
llorando
la ausencia del pan y la manzana...

UN PAN AMARGO

Me han regalado
un pan amargo, de piedra.
Los hombres no comprenden:
mañana
estarán bajo tierra.
Talvez creen
que se llevarán sus mansiones y
seguirán disfrutando
caminos de colores...
Olvidan que su pasar es breve.
Si fueran amables
como el sol en invierno,
no serían ciegos y
duros con mi dolor...

COITO HUACHO

El hombre ensillaba su caballo:
¡eres un coito huacho...!
Apenas entiendo
la ráfaga de truenos
con la que hace polvo mi alma.
Miedo y dolor
estremecen mi cuerpo deshilachado...
Son mis primeas lágrimas
en Nochebuena.
Alguien me dijo que era mi padre y
casi se me caen los ojos
sobre las piedras...
El mundo está plagado de polillas.


OTROS NIÑOS

Debo morir esta noche
en la soledad de los vientos
en camino de nadie.

He llorado
por los árboles asesinados,
aire saturado
de pequeñas muertes.

Miro a otros niños
sin luz ni manzana,
se convierten en reptiles,
en lobeznos
ya dispuestos a morder
hasta el sol...
Aquí el pan agoniza...
El mundo de los libros
es un aire tan raro
en tierra de horizontes enanos...

Si llegara yo a crecer,
lucharía por todas las madres del mundo.
Y haría una gran fábrica
de padres verdaderos...

JUANY ROJAS CASTRO

JUANY ROJAS CASTRO
(1953)

Juany Rojas Castro debe estar en cada antología que se haga a futuro, pues su calidad es innegable.
De hecho, está entre las mejores poetas de las últimas décadas, eso sin duda alguna. Es una poeta
extraordinaria, sus versos tan puros, tan naturales y espontáneos, alma y corazón a la vez para una
arquitectura sencillamente genial...
Cuando leímos sus primeros dos libros quedamos tan asombrados y contentos que otra mujer alzara
una poesía de gran relieve y demostrando que es tan capaz y tan buena como cualquier poeta hombre (me incluyo). Junto a ella hemos conocido a Amanda Espejo y Ximena Troncoso, también de gran valía, corformando un trío alucinante...

RIEGO

Porque ya nada era visible
porque todo lo invadía esa negrura
que suele acumularse en los techos
esquinas silencios anteojos
y hasta en los encuentros
fue que una furia se desplomó sobre la ciudad
una furia de ventolera y agua
que arrasó con todo
derribó trabas
inseguridades
miradas oscuras
Ahora la ciudad es otra
con ribetes que antes no vi
las calles son más amigas
los árboles más vivaces
y el sol menos esquivo
Todo parece estar más cerca
más liviano fresco
como si mis ojos hubieran llorado tanto
a espaldas mías
solo para mostrarme la otra cara de las cosas

GRIS

A pesar de los lirios florecidos
nada claro bajo el gris de este día
que se deshace en hilos tristes
No me habla el limonero
ni un gesto en mi parra

Shhhhhh
es la muerte

se esconde detrás de la lluvia
acecha desde mi ánimo
y no sé cómo se reparan
los pétalos caídos

CICLO

Riego mis árboles
cosecho
velo la siesta de sus inviernos
ningún ruido extraño
solo la lluvia
el frío arrastrando su abrigo
y sus voces dormidas
llamando
a mi propio invierno

TODOS AGUA

a Carlos Órdenes Pincheira



De la lluvia me dices que hable de la lluvia
De cual será
de esa
¿la de los inviernos generosos en Curicó?
La de esos ríos
que fueron como antiguos amantes
rugiendo
desbordados
de orilla a orilla
por Dios cabalgando enloquecidos
todos agua solo agua y más agua
Amada lluvia horizontal
sobre los ríos de antaño

¿Y que se han hecho ahora los amantes?
¿qué será de ella
tan vestida de transparencia y descaro?
¿qué será de sus pechos dadivosos
volcados en humedad sobre la tierra?
Oh por Dios qué será de ellos
me pregunto
cuando paso a orillas
del Teno del Lontué del Mataquito
y veo la delgadez de la ausencia
y escucho un lamento de piedras
infinito y seco
hacia un cielo
sin lluvia

lunes, 22 de marzo de 2010

JUANY ROJAS CASTRO

JARDINEAR



Remuevo la tierra
la dejo respirar
le doy a beber lujuria de sol
la libero de malos sentimientos
inútiles malezas

Planto el azul de los nomeolvides
el nomejuzgues ciego
el ámame abierto

y sobre mí se expande sutil polen
fragilidad de pétalos
condición de toda flor

Remuevo la tierra
la empapo de agua virginal
la fertilizo

Planto un silencio de gratitud:
florecidos están
los dos esquejes
de mi tallo



PALILLOS



Se borda con una aguja
se hilvana
se hacen mil puntos con un solo crochet
mas no se teje el amor con un palillo:
dos opuestos uno en cada mano
y tanta similitud

Dos amantes
nuevos puntos por aprender
acercamiento máximo
hasta el susurro y el grito
separación espacio movimiento
y en la piel
la delicia del roce con la hebra origen
su textura
su calor

Dos palillos
en una misma urdimbre de sutil trama
Dos en cada corrida
en cada aumento o rebaje
en el inicio y en el término

Dos
en un solo tejido
vulnerable

martes, 16 de marzo de 2010

DELIA DOMINGUEZ

DELIA DOMINGUEZ
(1931)

Como antes dijimos: una fiel representante del sur chileno, amiga de cada palmo de tierra, del viento, la lluvia, el sol, las aves, y todo cuanto conforma esta maravillosa geografía
Energía, ímpetu, para crear una gran poesía, perdurable en el y tiempo y el espacio.
Delia Dominguez merece algo más que el Premio Nacional, su calidad y su trayectoria lo ameritan.
Pero la justicia sólo es una palabra, sin valor alguno....


POEMA PRIMARIO

esta es la casa,
aquí la tienes con la puerta abierta
y los fogones encendidos.
Aquí vivo
conjurada por la noche del campo
y los mugidos de las vacas
que van a parir a la salida del invierno.
Entra en las piezas de sentimiento antiguo
con manzanas reinetas
y eneros claveteados en el piso.

Esta es la casa
para ser como somos,
para contar las velas de cumpleaños
y las otras también,
para colgar la ropa y la tristeza
que jamás entregaremos a la luz.
Este es el clima, niebla y borrasca,
sol partido entre los hielos,
pero encima de todo:
un evangelio duro,
una pasión sin vuelta,
una carta de agua para la eternidad.

Esta es la zona: Km. 14 Santa Amelia
virando hacia el oeste,
con todas las jugadas dela vida
y todas las jugadas de la muerte.
Esta es la casa raspada por los vientos
donde culebrean los inviernos
de pared a pared,
de hijo a hijo.

Cuando nos aliviábamos con ladrillos caldeados
para aprender las sagradas escrituras
que la profesora de la Escuela Catorce
sacaba de un armario
o de los dibujos un pañuelo.
Esta es la fibra fiel de la madera
donde calladamente me criaron
entre colonos y mujeres
que regresaron a su greda.
Aquí vivo con la puerta abierta
y este amor
que no sirve para canciones ni para libros,
con mi alianza sin ruido a Santa Amelia
donde puedes hallarme a toda hora
entre las herramientas y la tierra.


LA PÓLVORA, LOS AÑOS

la pólvora,
los años,
otros amores
borraron las pisadas de entonces,
y ya no somos
las cabezas doradas que sobre una cama
deslizaban sus primeras señales
para justificar un domingo de gloria.

Ya no somos
los ángeles que entraban y salían del paraíso
desnudos y orgullosos de sus cuerpos elásticos,
de los calzones de algodón.

Ya no.
No hay ángeles en esta tarde de invierno
cuando llueve sobre toda costa del Pacífico.


ACTOS NATURALES

Hoy piqué la tierra a laspeonías
y coseché arvejas enla huerta
mientras un niño
destapaba los canales del techo
atascados con las primeras lluvias.

Nada hay seco en los montes,
todo se esfuma
confundido con el humo de las fogatas lejanas
-también tus ojos que no pueden despejarse
porque estás muerta-
y en la despensa sigue goteando la pulpa
de membrillo
para el arrope del invierno.

domingo, 14 de marzo de 2010

ESTELA SOCÍAS MUÑOZ

ESTELA SOCÍAS MUÑOZ


SOLEDAD

Del vientre de mi madre
a la intemperie.
Sobrevivo al tiempo
hecha de arcilla,
sal,
vientos huracanados
que lo arrastran todo

Cae la estación de la inocencia
y aún sola
emigro hacia la mirada
del otoño...
No encuentro refugio, puerta ni alero
donde pedir calor...

No quiero que los pájaros
se detengan en mi piel
sin vida,.
ni que las rosas se marchiten
en el polvo de mi huesos...

Devora mi ansiedad y delirio sin control
Haz de mi la esclava que pronuncie tu nombre
Antes que la noche lo lleve todo


TEMORES 

Conjugo tu voz a la distancia
alimento tus deseos,
me adueño de tu ser
llenando los espacios.

Me pierdo en ti.

Soy hija de las sombras,
desde la oscuridad
me acurruco en un nudo de pieles
dibujando noches
y madrugadas...
 
 
Y llegas, me devoras en un todo,
recreas tu mirada
en mi silueta hecha de tiempo, dolores,
ausencias,
que te espera
temerosa de un futuro
en soledad...


 

sábado, 13 de marzo de 2010

MARÍA URZÚA

MARÍA URZÚA
(1916 - 1993)

No se le puede reprochar nada: sus versos no acusan influjos directos de nadie, carente de epítetos que suelen nublar la poesía. Ella comulgaba con la poesía verdadera, esto es, limpia de hojarascas,
clara, sutil, vital, vocablos en el lugar preciso, sin caer jamás en la frase barata y sin gracia.
María Urzúa debe ser considerada una de las grandes poetas chilenas. Y no ser desterrada como hasta ahora de toda antología.

LLAMADO DE LA MATERIA

fragmento

II
Y las cosas se envuelven en su propio volumen,
su color y su aire, su rumor y su luz.
Se aíslan y penetran en su propio destino,
desde el borde hacia el centro.
Huyen hacia su sangre.
Se sumergen en lenta lluvia de soledad.

Pero su lluvia cae, funde, persiste en mi simiente,
y su canto y su sangre
en mi sangre y mi canto.
La vida de las cosas se vuelca hacia mi vida,
y respiro con ellas. Germino y permanezco.

Brillan dentro de mí. Alimentan mi llama
y me dan su existencia.
Y fluyen los aromas de la tierra.

jueves, 11 de marzo de 2010

GLORIA AGUIRRE

GLORIA AGUIRRE
(1930)

De cualquier forma, también los vagones conservan rostros agitados, vagabundo quizá con sus
harapos cubiertos de firmamento...
Y en la estación aún deben estar las ilusiones de quienes pasaron como mínimas sombras por el mundo, dejando un legado de miradas y penas en sus maderas carcomidas...
También algún celeste sueño de las poeta bajo la lluvia de mulchén...

BAJO LA LLUVIA

Bien pudiera ser pedazos
estos herrumbados vagones.
Acaso fueron un día
sueños audaces,
intrépidos deseos,
volando por los rieles.

Ahora
abandonados en la lluviosa estación de Mulchén
se deshacen de olvido.

Algo se deshace también en mí
bajo la lluvia.

miércoles, 10 de marzo de 2010

ESTELA SOCÍAS MUÑOZ

ESTELA SOCÏAS MUÑOZ
(1944)

Conocíamos a Estela Socías Muñoz por sus esplendidas narrativas infantiles, pero he aquí que de pronto nos
sorprende con una poesía de indudable calidad. Y lo positivo de esta poeta que no se da ínfulas de grande ni
tiene humos sobre su cabeza. Eso es valioso. Cada día su poesía seguirá por buen camino. Los poetas que
presumen y se pasean como pavos reales bajan en forma notoria en calidad, en belleza...
Saludamos con entusiasmo la llegada al bosque de esta poeta...



LA LLUVIA

La lluvia canta, ríe,
Árboles desnudos,
Mojados, sombríos,
Ven correr la vida entre sus raíces.,

El agua se desliza
Por la tierra en sombra
Ahogando tu sueño
Y quietos en la noche tú y yo
Como si fuéramos
La vemos pasar, desnuda, eterna

Se enciende el día
Con una leve luz,
Y abrazado a mí
En silencio, vemos penetrar la niebla
Cubriéndolo todo,
Pensamos
Que ni la lluvia
Es eterna

Tu alma es de lluvia
Vienes a mí alegre cuando estás pleno
Y te escapas exhausto en el vacío
Y aún así te dejo correr
Entre la niebla y las sombra que cubren todo
Dejándome inerte
Esperando otro momento de lluvia,
que ahogue tu sueño.

LLUVIA Y AÑORANZAS

Empapada en nube gris
Anhelaba la lluvia de la lluvia
Esperando
La magia de tu boca
Que irradia mis contornos de miel
Llevándome
Donde el gozo y el llanto se unían
Y la melodía de la lluvia calmaba nuestros sueños

Reúno besos, abrazos, gemidos,
Reconstruyo el ayer cuando me sabía tuya
Convierto el dolor en gotas de lluvia
Aún pareciera verte, y mi piel muda
Clama por tu ausencia
Y siento
Un dolor profundo
Porque nunca fui la llama
Que calmó tu sed

VESTIGIOS


Que todo sople
Y se lleve
Ese minuto sin razón...

La lluvia
Viene a limpiar los errores
Y el viento
Arrebata toda penuria

Mi corazón espera
Oír
Que te pertenezco en el viento

INVIERNO

No te apartes, mira el camino:
Las cumbres se visten de escarcha
La lluvia barre las hojas
Olvidadas por el otoño
Y este amor aterido
Quiere atrapar tu calor

ALICIA DAUVIN DEL SOLAR

ALICIA DAUVIN DEL SOLAR
(1944)

Largo tiempo fuera del país, esta poeta se nos había ido de la memoria. Ha re-
gresado y en sus alforjas de cristal trae una poesía depurada y libre de malos influjos.
Nos alegra, pues ella viene a ser integrante de los árboles del bosque con toda propie-
dad.
Excelente valor...


LEBU EN MEDIO DE LA NIEBLA

Allá abajo en la hondonada,
bajo el manto de la niebla,
hay un pueblo.
Nadie lo sabe.
Todos duermen...

La vida misma aletargada,
pero algo late en medio del aire
mojado por la niebla. Es la pobreza
que siempre viene para quedarse
sobre mi puerto hundido y hondo.

Desde el faro en lontananza,
hasta las calles del pueblo anochecido
llega la suave oquedad del agua.
Y como anaconda taciturna repta
en todo su anchor por los patios,
por el muelle. De la casa ni se mueve.


Quizá el viento del verano
descompense la humedad
que del mar se levanta
Y deshumedezca las risas.
Entonces mi niño bajará corriendo
con su aro de metal hasta la plaza.

Si el Sol llega para quedarse,
habrá frutos en las quintas,
alguien llegará a visitar la casa,
y a lo mejor yo vuelva a recordarte
marino inolvidable en medio del oleaje.

Pero aún está la niebla
y como un mar se levanta,
atraviesa todas las cosas:
Se acuesta sobre el huerto.
Inunda el jardín hasta las cercas.
¡OH, Padre! se echa como alimaña
sobre nuestras vidas.

Hay niebla.

DIAS DE LLUVIAS Y DE ESPERANZAS

El día de la risa cae al pantano dormido.
Cae a los nidos, a la angustia y tiembla.
Cae sobre los rascacielos y tiembla.

El día tan lluvia de esperanzas.
El día tan gris de tristezas.
El día tan mío bajo el sol de la casa.

¿Si el día cierra las nubes?

Se siente resucitar a los espantapájaros.
Mugen las bestias con la espalda contra la tormenta.

¿Y si las abre?

Mi risa una corriente dulce, espontánea,
Que te asombra por dentro, crece y te hace vivir.

La noche incesante entrona la puerta
Y entra el deseo y canta



ABRIL LLUVIAS MIL


Lluvia, lluvia,
persistente lluvia.
Sinfonía que mueve al paisaje.
Un concierto
de hoja en hoja,
peldaño a peldaño verde.
Desde el ápice a la tierra
Dios desciende a su monasterio.

El viento pasa de costado
Y enreda su manto
entre las púas de los naranjos.
Geranios y achiras
Pintarrajean su túnica algodonada.

Es Presencia
Extendida sobre el huerto,
como anunciación del agua.
Y crujen las sandalias
sobre las ramas secas.

Un ave de misterioso vuelo
Abre la puerta. Ronda la casa.
Y vibran las cosas
Con el vaivén de las alas.
Pasa el misterio.
Pone su aldaba.

Presuroso
bajo el manto de la lluvia
Se aleja por el valle,
Asciende entre los cerros.
Y un cuerpo de soslayo
Alcanza la montaña.

Pero en el cristal de la ventana
Una gota de luz. Pupila encantada,
Revisa absorta las palabras
Que por un desliz
Bajan por mi mano.




ÉL ha puesto su ojo
Donde yo pongo la mirada.

Y me quedo ahíta
Con su inmortalidad fehaciente
Paseando bajo la lluvia.
Entre – tenidos
Escribiendo este poema.

Es el Otoño.
No es más que un concierto de hojas
húmedas arrastradas por el viento.

Es la atención que pone mi alma
En la resurrección del huerto.


Post silensium
Acaece la lluvia

lunes, 8 de marzo de 2010

CECILIA CASANOVA

CECILIA CASANOVA
(1926)

El otoño es el mensajero del invierno, ya próximo, y es preciso preverlo todo para
que la lámpara irradie su amor de luz sobre el rostro dulcificado por los últimos sueños
de la abuela, que ve pasar los días como mariposas de vivos colores, porque no ha dejado de vislumbrar la gracia y la sabiduría del tiempo.

YA ES TIEMPO

Piensas que ya es tiempo de sacar los niños
que olvidaron los pájaros en las canales
antes que baje la lluvia.
Ya el otoño puso a asolear las hojas
sobre los techos.
Y los muchachos vuelven provistos de palos
por los paseos públicos, levantando tierra,
disparando patas arriba a algún insecto.

Piensas que es tiempo
para almacenar el sol para la abuela
que disminuye en presencia de todos
y dar cuerda a la jaula
para que cante el canario
comprado para ella y los niños en Florencia.

Y cambiarle el agua a los de veras
silbándoles de vez en cuando
porque ella ha dejado de imitarlos
y desde su mecedora
no hace más que ir y volver
por sus noventa
murmurando palabras para Cristo abierto en su cómoda.

Piensas que es tiempo de encender la lámpara,
tapar las goteras, echar aceite a los goznes,
así todo irá mejor.

MI CALLE SE ALUMBRA CON TU CALLE

Mi calle se alumbra con tu calle
al cacarear las gallinas
cuando tu madre canta en mi imaginación
distribuyendo las tazas
con el balcón abierto de su bolsillo
donde crece el trigo
y el regocijo absurdo de sus llaves.
Se junta con tu calle
cuando el panadero con la excusa del pan
nos deja el sol recién salido
y un vendedor grita no sé qué
y tu hermana enciende escobas
y la mía esponjas
riéndonos de par en par
porque son paraguas los que arregla
como ya empiezan las lluvias.
Mi calle se junta con tu calle al atardecer
cuando florecen volantines
y los niños que se alejan colgados del aire.

Es la época en que mueren los picaflores
en las casas viejas.
Los niños los encuentran bajo el ciruelo
o a a sombra de una planta.
Ya no se escucha su tric tric
pero las dalias que tapizan los papeles
y que el sol no riega desde el verano
continúan picoteadas por ellos.
Porque a veces volaban confundidos
por las piezas
había que orientarlos suavemente
para no herir sus plumas ni su vanidad
con un paño hacia el huerto.

MARIÓN ROTH

MARIÓN ROTH
(1924)

Aunque a veces la lluvia viene huraña, como enfadada con ciudades y pueblos,
también trae un rostro tembloroso en alegrías. Los campesinos la reciben como
a una hada de diáfanos cabellos...
También es bondadosa y cantarina...

LLUVIA

Lluvia bendita en tierra resecas.
Lluvia que transformas el calor
en gotas que refrescan a la pequeña flor...
Ah, lluvia,
esperanza para el labrador...

Lluvia en los campos, quebradas y bosques,
hada madrina de los árboles,
formas riachuelos
como culebras de viva plata
entre alegres cantares...

Con tus glamorosas sandalias
caminas sobre lagunas
donde se reflejan cielos tan azules,
cerros nevados
que dan su testimonio:
¡la lluvia también es bondad!

ELIANA NAVARRO

ELIANA NAVARRO
(1920 – 2006)

lluvia en la noche, delicada y altísima, como su autora tan plena de encanto y poesía...
Lluvia dulce trayendo rostros y entornos casi olvidados, pero siempre queridos...
Eliana Poesía puede deshacer el llanto con sus cristales de músicas invioladas y dejar en el pecho las voces de plata de un tiempo hermoso y verdadero...
Incluimos “Las Nubes”, pues son las mensajeras de la lluvia.

LLUVIA

Noche, cristal del sueño,
en tu espejo profundo
busco tu rostro,
como si lo buscara en el misterio
y mi solaansiedad pudiera dibujarlo
rutilante en la sombra,
sobre el nocturno cielo.

Apoyo la mejilla en el cristal
y la lluvia,
la lluvia de reciente algarabía,
con olor de alga joven,
me trae voces olvidadas.

Quiero sentir su roce fresco.
Despertar, despertar de la tiniebla,
liberarme del llanto,
de los rostros que inventan los fantasmas.
De las voces que suenan como un eco,
de los pasos que tejo en el silencio
y prenderme en esas voces,
a esas risueñas voces
que cantan con la lluvia.

LAS NUBES

Deja tocarte, cielo,
ver tus altos torreones incendiados.
Tus arc´ñangeles de oro, tus fantásticos potros elásticos, deshechos,
galopando en riveras verde jade,
en arenas bermejas o en amarillo Van Gogh.

Así, tendida sobreel musmo,
contemplándote
yo no siento el cansancio del día fragoroso.
Con tus ingenuos prínciopes me yergo.
Desfallezco,
me dejo conducir en el viento profundo.

Pero ya no son príncipes, son naves,
las inauditas naves veleras, argentadas,
con sus extraños nombres balbucidos,
las presurosas naves de mi infancia:
Corinto. Agamenón!
Y es el rumor del mar,
el prodigioso idioma de llanto y arrecifes,
el rumor insondable:
humedecidos remos fulguran, se deshacen:
y es el rumor del mar, que sube de los árboles,
del mar y sus lejanas campanas de cristal,
del mar y su nostalgia, y su sollozo-espuma.

La lavandera aprende mi secreto:
Mira el cielo sonriendo
mientras sus manos baten
arreboles de nubes y de jabón. En la ventana, sólo queda
la dulce, restaurada cabeza de la abuela.
El ángel de la noche suena su corno de ámbar.
Oscuros galgos vaporosos,
mastines de anchas fauces sombrías aparecen.
Los arqueros del sol lanzan sus flechas rojas.
Las piedras de sus hondas, multicolores nacen,
mueren grises.
Cierro los ojos antes que la sombra
deshaga mis castillos, mis corceles,
mis atrevidos príncipes con penachos de llamas.
Quiero guardarme su visión eterna.
No me la robe el viento- No la borre la bruma.

sábado, 6 de marzo de 2010

GLADYS BRAVO

GLADYS BRAVO
(1935)

Elogio a la lluvia, a su búsqueda de la luz... Se advierte entre las alabanzas el dolor oculto, heridas antiguas que, como la lluvia, también tiene a flor de piel una pena echa canción...

LLUVIA CANCION

Lluvia sutil,
mojada el alma de tristeza,
arrastrando heridas
en busca de la luz...

Sol oculto entre los pliegues de la noche,
no despierta
con tu beso de juventud.

Gotita gris rodando por la vida
como una estrella dormida sin azul
vas por la tierra
besando las semillas
que esperando primaveras
quieren ser resplandores.

Herida brotando del dolor,
eres la flor del alma
hecha canción.

CARMEN GAETE NIETO

CAEMEN GAETE NIETO
(1938)

No podía faltar un poema a la lluvia -tan original- de estA dulce trabajadora azul. Lasabemos capaz de muchas proezas y hasta es posible que un día escriba en la superficie
del cielo la agonía del hombre y sus absurdas pretensiones de eternidad...

LA CAIDA

Nadie osa ocultar su público quehacer
A la vista liviana ancestral
Turbia modista necesaria
Hembra desafiante
Al sesgo
Hebra de infinito
No paras de alimentarnos fecundando con tu llanto
Y a la par líquida Magdalena
Clavas nitidamente el amasijo de nuestra infancia
Convertida de noche en armonio hecho trizas
Te amamos
Dando las puntadas al tiempo esperas tu estación de reposo
Siniestramente calando huesos misérrimos
Dan de treparse en el funicular del agua
en eterno retorno descendiendo y subiendo
aliados al signo peso entre el dolor y el progreso
comunicándonos con tu email transparente
sonoro vital
Inaccesible tu copiosa cabellera
Yegua rectilínea
Imposible tironear
cortarte el alma
o el Hilo de Adriadna
estilizada suelta de cuerpo
Te nos vienes encima
Sutilmente tu orgullo siembra diamantes resbaladizos
Románticamente sembrando hematomas
estampas sellos en desnutridas pieles
Vanidad de vanidades
impones tu desfile de modelos
estereotipados
aves entumecidas estilando
excéntricos
elegantes pecados

Tiemblan tus crines ángeles equilibristas
elevándose
deslizándose en ángulos oscuros
recitando Bécquer en el cine de su Pisco Sour
o inerte Play Boy tras señoriales cristales
De la memoria entonces
Quién da más
Arpa deshilachada vertida sobre armiño en
decadencia

Sempiterna bailarina encarnando el Pecado Original
Primera figura en la escena de este proceso
de calvario, hermanos
puesto que existe un Quijote en el reverso
adherido a nuestro propio discurso.

viernes, 5 de marzo de 2010

CLARA CLAUDIA MICHEL

CLARA CLAUDIA MICHEL
(1938)

Noche con lluvia es como un camino sin fin cuando acuden esencias, rincones y esquinas
de fallecidos paisajes. El silencio clava sus agujas y el dolor es un viajero que vuelve luego de un breve viaje.
Así es la lluvia: trae besos y algunas espinas azules...


PIEL DE LLUVIA

La lluvia
me ha besado
la noche larga de mi larga noche.

He abierto la puerta del inicio
en candentes cuerpos embriagados.
Ungiéndome al origen
ascendí las ardientes cumbres del deseo.

He sentido el dolor febril de los silencios.
La fuerza secreta
que debela.

He desmayado esquiva la guirnalda,
huido de tu rostro,
huésped mortal del desengaño.

He habitado la cumbre del abismo,
la duda, el llanto y la certeza.

LITA GUTIERREZ

LITA GUTIERREZ
(1937 – 2000)

Un poema de lluvias, relámpagos y truenos, de mujeres lindas y afuerinos, un edificio
impecable de palabras desnudas y rítmicas. Una construcción genial de la dulce Lita Gutiérrez
que a esta hora debe estar jugando con los astros y rescatando del mar las estrellas sumergidas...

RIADA

La lluvia
desbordando los río,
arrasando puentes,
cubriendo los caminos,
volteando las hojas y los niños,
abrazando raíces
aferrada a la tierra
y al renacimiento.
Con relámpagos, truenos
y remolinos azota las ventanas y las puertas
y sacude los árboles derribando a los más débiles.
El aguacero descargando
su nacimiento
y su agonía
en la quinta.
Torrentes de lluvia
persiguiendo otros cauces
bajo el agua.
En la espesura de los matorrales
se cobijan
viejos leñadores.
Al filo de la medianoche
afuerinos extraviados
chorreantes de lluvia,
entre el torbellino del viento,
del río y de los bosques,
al compás de la noche
y los caballos,
cantan, cantan.
El jazmín
por la tormenta estremecido
se arroja doliente,
hasta su sueño,,
y en un carruaje hasta el país de las flores
te conduce,
un príncipe,
un palacio,
un jazmín y una tormenta de amor
en primavera.

RAQUEL PARADA

RAQUEL PARADA
(1936)

La autora no tiene piedras ni agujas en su caminar. Su paso es seguro. Avanza por senderos encantados donde una golondrina bebe cielos, y, hasta una canción estremecida se apodera del alma.
Y aunque duele el amor, es suficiente unas gota de lluvia para que la luz invada su corazón....

UNA GOTA DE LLUVIA

la tarde se adormece
en mis manos abiertas
con la tibieza ingrávida
de una paz sin fronteras,
el silencio se extiende
al calor de ese fuego,
brasas mal apagadas
como antiguos recuerdos.

El pensamiento vuela
por extraños caminos,,
cruza una golondrina
los cielos de febrero,
un bolero lejano
se estremece en el alma
y hasta el amor, de pronto,
me duele allá muy dentro.
Una gota de lluvia
se asoma en la ventana...
y la paz y la noche
me envuelven por completo.


(ENTREPARËNTESIS)

La cumbre nevada semejaba un fantasma juguetón
con su sábana al viento,
persiguiendo una nube rezagada.


El olor de la tierra después de un día de lluvia
me recuerda la voz de tus manos.
….....

Soy helecho sombrío
que crece en la penumbra.
Cuando tu sonrisa florezca, yo encontraré la luz.

….......

Hoy inventé un día lluvioso
pero tibio
para regar tu piel
y mirarme a través de la ventana.

INGRID HUET

INGRID HUET
(1936)

Esta lluvia es como una niña de cristal cuyos pasos apenas se sienten. La poeta la imagina
a veces como si bajara de cielos distintos. ¿Acaso siente un himno de ángeles que sólo su corazón puede captar?

EN EL CAMPO

cae lluvia cae fina
acaricia
Cepillea el pelaje
de las bestias
adormece las heridas

saca al lirio
del letargo

apura el brote en
la corteza
lengüetea lengüetea
el intersticio
donde se ha quedado
el alma

Cae la lluvia, cae fina
como manto sobre
el trigo

en la hondonada

lengua suave
centelleante

por qué vienes de los cielos
qué susurras
qué nos dices a capella

como un canto gregoriano
una liturgia
bajo velas encendidas
como hierbas
sobre el campo

CECILIA SIMONETTI HUERTA

CECILIA SIMONETTI HUERTA
(1936)

Cecilia Simonetti Huerta van con paso firme hacia una creación cada vez más auténtica. Las palabras brotan en forma natural, no hay en ellas ningún indicio de forzamiento. Ella indica un avance significativo, lo que nos lleva a pensar que muy pronto amanecerá...


AGUA LUSTRAL

Se ha oscurecido el cielo, leves gotas
caen de su glorioso pentagrama,
los pájaros en sus nidos, no hay ecos
de aquel gorjear sonoro, jubiloso.

Se ha silenciado el mundo, sólo se oye
un lento redoblar en los tejados,
mientras la tierra sorbe, ávidamente,
el bautismo del agua que la colma

Llueve sin pausa, se desgranan notas
que modulan un canto entre las frondas,
llueve sobre los muelles, sobre barcos,
en olvidadas tumbas y altas torres.

Como un agua lustral cae la lluvia,
restaña heridas, aquieta incertidumbres,
derrama su frescor y su armonía
devolviendo a la tierra su inocencia.

MARÍA INÉS FERNÁNDEZ

MARÍA INÉS FERNÁNDEZ
(1935)

Ella está segura de haber nacido en otro siglo en Paris. Y es por esta razón que a través de la lluvia
le parece ver una pecaminosa calle parisién donde ella bailaba y bebía noches y amaneceres.
De alguna forma, revive (también en otros poemas) rostros iluminados, pero acompañada y tomada de la mano por aquel amigo que se quedó bebiendo pedazos de estrellas en aquel ya lejano tiempo...


LLUEVE

Llueve,
soledad que se escurre
gota a gota a través del vidrio
en los espacios brumosos de mi alma.

Llueve.
Caminamos juntos,
tomados de la mano bajo un cielo lloroso.

Sigue cayendo el agua
en humedecidos zapatos
pisando otoñales hojarascas
en empedrados suelos.

Faroles de antaño
pecando en cada esquina
bajo un paraguas rojo
en esa lejana calle de Paris...

jueves, 4 de marzo de 2010

MARÍA ANTONIETA LAMPEREIN MELERO

MARIA ANTONIETA LAMPEREIN MELERO
(1889 – 1951)
La lluvia es una mensajera constante, a veces nos trae noticias de otras esferas o nos
brinda recuerdos, nos parece sentir los pasos de quien un día partiera para siempre hacia la silenciosa estancia...
Entonce hay un doble llanto, el del cielo y el de la poeta. El viento parece gemir y hasta los árboles elevan algún claro lamento. Es un dolor demasiado grande que pone en la almohada visiones de intensa nostalgia. La poesía también sabe llorar...


RECORDANDO
Cuando el viento huracanado
sopla en las noches de invierno
y la lluvia que golpea
más y más siento arreciar,
acurrucada en mi cama
recordando yo no duermo
con el alma destrozada
de sufrir y de llorar.
Mientras yo estoy abrigada
en el lecho tibio y blando
mi amado duerme su sueño
en un estrecho cajón

y acaso sobre su rostro
estará el agua goteando
tendrá la ropa empapada
sobre el quieto corazón.
Y esta idea me trastorna
me hace daño y enloquece
y voy corriendo allá lejos
la sepultura a cavas
y al fin, rendida
lo encuentro
y estrecharlo me parece
y con mis besos ardientes
su helada boca entibiar.
La ilusión se desvanece
hundo en la almohada la frente
y en el alma y en el cuerpo
siento un terrible dolor
un dolor punzante, loco
ante el sueño de la muerte
que hace vana mi ternura
y hace impotente mi amor!
¿por qué vamos por el mundo
sin dejas huella más leve
que el rastro sobre la arena
que la ola sobre el mar?
¿Por qué somos cual la sombra
de una rápida centella¿
¿Por qué venimos al mundo
para sufrir y llorar?
Riqueza, amor y fortuna
todo acaba, todo muere
pero el alma, el alma vuela
en pos de la eternidad.
El alma es hija de Dios
en el cuerpo aprisionada,
la muerte rompe los lazos
y ella vuela al más allá!
En una noche de invierno
vendrá la muerte a mi lecho
mi quedará quieto
mi alma libre quedará
y allá nos encontraremos
y en un abrazo mudo, estrecho,
mi alma a su alma confundida
para siempre quedará.
Y sigue el agua cayendo
y sigue el viento silbando,
mi cerebro desvariando,
sangrando mi corazón.
¡Ay, quién pudiera dormir
entre sus brazos soñando
mi negra pena mentira
y mentira mi dolor!

ELSIE WOOD

ELSIE WOOD
(1941)

Esta forma de escribir de Elsie es sin duda las más auténtica. Es lamentable pero los continuos talleres sólo provocan una deformacion en la calidad natural de un poeta.. . Seguro se va a enfadar
nuestra amiga, pero a la luz del entendimiento sabrá que tengo razón. Por eso digo, esta ES la ver
dadera poesía de Elsie Wood...
la que nos hace decir que es una poeta de grandes horizontes...

TRENZAS EMPAPADAS DE NOCHE

El cielo no es igual en el sur
se derrama mojado
por techos y murallas
empaña lámparas
apaga la noche.
Siempre está lanzando
largas trenzas de agua
suspira balcones
en busca de Romeos.
La lluvia lava culpas
sueños eternas excusas
Husmea cuartos de mi casa
hace pantanos en las sábanas
salpica estrellas

El aguacero desborda desvelos
abrazos
vuelve charco este lecho nocturno
invade despojos
autopistas
carteles y miseria
Sólo cuando la noche se resbala
una luz delgada rompe el agua
le hace flecos
el sol enciende las nubes
y un grito de oro entra en mi pecho.

Ancud, marzo - 2000

TESTIMONIO DE CHILOÉ

a Ricardo

Un viento delirante y desatado,
galopa degollando
caleras y asas friolentas.

La lluvia atraviesa el aire,
toma por asalto las esquinas
y subiéndose a los techos
se precipita por las calles.
Allí están:
el cielo sembrado de árboles,
la voz dela madera,
que se derrama sobre los sauces
llorando con ojos callados.

El trino delos grillos,
la luna recostado en los papales,´las voces, las campanas
y la tranquila amistad de las piedras.

Enredados e leyendas
hay buques de fantasmas,
traucos, basiliscos
y sueños piratas.

Los ventisqueros del litoral atraviesan ruidos familiares, chimeneas,
tumores de otros uros y otra edad
y me anclan con
recuerdos perdidos
mezclado en mi sangre.

CARMEN GRANGIER SÁEZ

EN LOS BORDES DEL SUEÑO.


Te amo sin retorno,
sin tu presencia en los bordes del sueño,
te amo en lo yermo, en lo impalpable,
sin alarde de ausencia,
sin frenesí de logro.
Te amo así, lejos de mi aliento
clamando por tu aire,
con la triste convicción de lo imposible,
con miedo a ser diáfana.
Te amo cuando miro de soslayo
esa ternura escapando de tus manos,
con la oculta esperanza
que un día me encuentres,
navegando azul por tus orillas.

CARMEN GRANGIER SÄEZ

miércoles, 3 de marzo de 2010

MELANIA TELLO ROMERO

MELANIA TELLO ROMERO
(1939)

La casa antigua es una anciana rezando el rosario, y la lluvia es la compañera que va desgranando
pasajes de épocas ya lejanas y queridas cuando había risa de niños y los sueños la tornaban más hermosa...
Casa empapada de lluvias y recuerdos...
Melania, gran valor, poeta solidaria, nos a conocer también su dolor lejos de la patria...

ATRAPÀDA EN EL TIEMPO

Una casa perdida en la distancia,
desmorona recuerdos
al paso de la lluvia.
Esa pequeña casa,
que en un tiempo fue blanca,
el musgo la ha cubierto.

En las grietas de barro temblorosas se ocultan
miradas del pasado.
Rumorean los árboles
los ecos familiares
y el agua entre las piedras
va imitando su risa.

Esa casa. perdida a la distancia,
atesora raíces,
atrapada en el tiempo.

LLUEVE EN LONDRES

Un mano de paraguas oscurecen los ojos,
de la lluvia rescato rostros,
los sacudo y los guardo en mi cerebro.

Adustos edificios por mi ventana asoman,
con brillo artificial.
Bello extraño, de fusiles, de botas, de guerra.

Y allí están y están allá,
recordándolo todo,
avivando esa luz que mantiene mi espíritu.
La protejo y la oculto al centro de mi pecho,
debajo de mi abrigo, como una pequeña linterna,
que apago para no agotarla.

Llueve en Londres.

Cierro las cortinas, me desvisto,
las sábanas se apegan a mi cuerpo,
aprisionan,, asfixian,amortajan.
Son vendas con olor a distancia,
con olor a océano pacífico,
a cordillera.
Con olor a tortura, a destierro.

Llueve en Londres.

BÁRBARA GATICA

BÁRBARA GATICA
(1939)

Mientras cae la lluvia, pareciera sentirse un canto de rosales y espigas transparentes, cierta música nacida de recóndito soneto...
Esperamos que la autora persista en la creación poética. Condiciones, madera noble, altísima savia, le secundan...

POEMA EN UNA TARDE DE LLUVIA

Callada, eterna como la noche misma.
Desde tu cielo
bajan las gotas como espigas de oro,
resplandor naranja,
vertidas
de un canto de mil cristales rotos.

Desde algún ventanal
en tardes de invierno
miro las lágrimas robadas de tus ojos de cielo,
junto a aquellos torrentes
que resbalan sonoros
suaves como la música
de un soneto escarlata.

WALLY

WALLY
(1942)

La poeta siente que a través de la lluvia pareciera venir la voz, la ternura y las dulces
palabras de su esposo, el poeta Enrique Gómez Correa. La lluvia trae a la memoria su
estampa, su calor. El enorme caudal de su vigoroso acento.
La lluvia lo trae de nuevo a casa y a todas las osas, antes mudas y heladas, parecen cobrar
vida y una nueva tibieza lo inunda todo...

AHORA ES JUNIO

a Enrique Gómez Correa

Amor es junio.
La lluvia agita fuertemente los vidrios.
En cada gota
siento que me llamas.
Ellas parecen transformarse
en un cantar de niños.

Amor es junio.
El viento
en la noche
me parece más tibio.

Imagino cómo el jardín florece.
Que tú estás conmigo
y no tengo frío.

ELY SANDERS

ELY SANDERS
(1950)

Es un pararse en la niebla, preguntar al viento o a las piedras por la identidad verdadera
y sólo sentir que se está solo, como ser un regalo gris sobre la arena...
No es envidiable este caminar entre la nada y la ortiga. Deseamos nuevos horizontes para
que la poeta sienta que ella es importante y no un naufragado zombi....

¿COMO QUERERME?

Habla por mi el odio
extendiéndose la voz
hasta en sellados oídos,
siento la pluma en mis dedos
en el rasquido infernal...,
desesperado.

No blasfemo,
es sólo que ya no me quiero.

¿Cómo quererme? Zombi soy este día
y me velo de noche,
sin la luz de un candelabro.
Y ríe la lluvia
en el techo de mi casa fría.

Algunas gotas carcomen
la madera del cielo
y queda al descubierto
inmolada vida.

¿Cómo quererme?
Si zombi soy cada día,
me velo de noche
y ríe la lluvia...
en el techo de mi casa.

martes, 2 de marzo de 2010

ALEJANDRA BASUALTO

ALEJANDRA BASUALTO
(1944)

al caer la lluvia el alma se desnuda, surgen esquinas, aromas, sensaciones de otros pasos.
Los escollos parecen no existir, por momentos.
Tiene voz de crecimiento, de vida viniendo, horas de dolor, angustia. Hay sutileza, hay amor, mientras nuestra bella poeta bebe su café...

INVIERNO

Sentada frente a ti contando historias
me deshojo de naufragios
y la lluvia desgaja la ventana.

Los abismos se hacen tibios en tus ojos
y yo miro trepar el horizonte
de las calles ajenas sobre el cerro.

Tu voz de nido y savia
de viento entre las ramas
fecunda mis pálidos rincones.
Tan lejos, tan cercano, tan silencio,
aquel relámpago ahora brota en mi pupila
mientras bebo mi taza de café.

MARÍA LUZ GARCÍA FERRADA

MARIA LUZ GARCÍA FERRADA
(1943)

Ahora la lluvia trae punzantes momentos: evocaciones de estaciones amargas
y desoladas que no es posible abandonaren alguna esquina.
Heridas, cicatrices, aún levantan en las tardes un fuego negro.
La autora no puede olvidar la caída de los sueños en esas tardes de lluvia triste
cuando las calles se vestían de sangre...


LLUVIA TRISTE

En esas tardes de lluvia triste,
recogida como las plantas,
armonizo la cabeza a la tierra,
tapo los pies con una manta
y sólo deseo dormir.

Y en vez de aquello,
sin siquiera adormecerme,
surge un recuerdo
y esa rabia de no olvidar lo que no fue
y cada día es.

Esa rabia
como lluvia de ácido,
porque el recuerdo no ceja
y miro mis cicatrices,
mis heridas de guerra
que aún duelen y no me dan tregua,
en esas tardes de lluvia triste.

ELSA FERNÁNDEZ ARTUCIO

ELSA FERNÁNDEZ ARTUCIO
(1940)

La viajera de líquidos cristales ¿provoca lágrimas en los muelles?
Las embarcaciones son detenidas por un llanto de cielos pulverizados. Y
en medio de la lluvia danzan fantasmas de amores extraviados en la niebla
de los tiempos...


LA LLUVIA HACE LLORAR

El sonido de la lluvia
hace llorar
a los marineros
en los muelles
grises.

Quietas aguas
de plomo
los acarician.

No zarpan
los barcos.

Amores disueltos
como la lluvia
en la lluvia.

Como la lluvia
en la lluvia.

ELIANA SEGURA VEGA

ELIANA SEGURA VEGA
(1940)

El sol enlluviado tiembla en la voz de la autora, conoce su raíz verdeazul plena de bellas
resonancias...
Es de esperar que esta poeta se decida a abandonar su torre de marfil y nos brinde su primer
libro. Su poesía -altísima arquitectura. No debe dispersarse como hojarasca...

LLUVIAS SUREÑAS

Cuando el norte es un potro salvaje
y hasta el austro arrea las nubes,
él ennegrece, la tormenta viene,
frescura del aire ventila los cielos,
la luna se esconde,
la tierra abre sus poros sedientos;
luces retumbantes destellan,
diabólico danza el follaje,
arden los pinos, humean los techos...

Junto al viejo brasero el hogar se reúne.

Con estruendo la lluvia revienta los cauces,
el mar -león enjaulado-
levanta sus garras arañando las cosas,
barcos pesqueros repliegan sus redes
en clausura de invierno,
andan solitarios en la mole cercana.

Las gaviotas huyen hacia otros horizontes...

En las grietas rocosas duermen caracolas y estrellas:
el campesino espera con su larga paciencia
que amaine la lluvia y el sur esté claro,
pasarán tantas horas,
se apagará el fuego y habrá que dormir
al son melodioso del agua en torrente...
Mañana talvez in arco iris sonría
abrazando las nubes
y vendrá la bonanza con encanto ligero.

Las lluvias sureñas son un pan cotidiano...

VIAJERA LLUVIA

Cuando el cielo cambia su vestuario;
en armonía paralela, algo se transforma;
el color de la nube se reitera
pulsando la tecla melancólica
La lluvia en todas direcciones
golpea y acaricia
baja en la quebrada , se sumerge y sube
alienada y poderosa.
Arranca de las hojas naturales sinfonías.
Eolo director la irrita, la tierra es pauta;
El hombre, espectador cautivo
acompasa sus nostalgias
La lluvia despierta y reanima
el desván de lejanas aventuras
avasalla y se violenta
murmura a ratos suave
ora en timbales y tambores
Paréntesis gris en la bóveda celeste
Sucede ,cierra y se recorta
como en seguidilla suceden
lejanas sensaciones
La lluvia mágica hechicera
sucede y cierra.


EL VENDEDOR DE CASTAÑAS

En noches invernales cuando la lluvia
como catarata de pólvora estallaba en los tejados;
congregados alrededor de aquel brasero
esperábamos en silencio
para que los truenos no apagaran la voz
del hombre que vendía las castañas
Con una mezcla de miedo y alegría
mi corazón de pequeña palpitaba
En la oscuridad lóbrega
aquel hombre me parecía un bandido
un asaltante con alma de fantasma
Su manta era negra como la noche
Negra y peluda de castilla
como la piel del orangután
Su bufanda y el ala del sombrero
le circundaban el rostro como si fueran máscaras
O más bien canaletas donde chorreaba el agua
Pero las castañas eran deliciosas
y venían calientitas y muy blandas
Él las pregonaba como un canto
al que el viento y la lluvia
ponían las notas
Nunca más lo he visto hace ya tantos años
y he sentido nostalgia
Cada invierno cuando la lluvia es un torrente
me parece oír su pregón lejano.
Otra lluvia será como otro día
Todo sucede y todo acaba
Nos queda sólo su violencia y su ternura

AMANDA FULLER

AMANDA FULLER
(1945)

Poesía de gran altura, transparente -como su autora-, versos rítmicos, desnudos,
versos de poeta grande, verdadero. Los rincones se iluminan, enmudecen las campanas
y hay un canto de magia profunda, cuando Amanda Fuller aparece con su bello quehacer...
Con su habitual serenidad -amable, dulce- la poeta ha conseguido un sitial en la gran poesía
del bosque, sin recurrir a ningún padrino en la Corte de los Milagros...


COMPLICIDAD DE LLUVIA

Abrazaba la tierra laderas de la tarde
Amplios telares fibrinosos
rompieron la quietud de los caminos.
Las manos del atardecer se elevaron
en vegetales salmos;
la sed de nuestras ansias
era un surco entregado
a dedos labradores.
Hermanó los sentidos
cuando cayó la espera
vencida ya la aldaba de mis ruegos
Para nosotros era regresar de un destierro,
encontrarnos en piel tibia y fragante,.
Rompernos en capullos hasta el último
hueso, desanudar torrentes,
echarnos a correr para alcanzar el tiempo
que escurría
debajo de los rieles de la lluvia.

lunes, 1 de marzo de 2010

MARÍA LEÓN BASCUR

MARÍA LEÓN BASCUR
(1944)

La excelente poeta nos entrega un retrato alucinante de esta siempre inesperada visita que remece árboles y techos y deja un saldo doloroso entre los pájaros..
María León Bascur confirma una vez más su gran capacidad poética. En justicia merece estar entre
los árboles más altos del gran bosque...


AGUACERO “MATAPAJARITOS”

Sobre el trébol relincha el caballar.
Por los cielos del Ingenio
los queltehues descargan sus graznidos,
anunciando la última lluvia del otoño.

Los nidos se columpian en la fronda de la higuera,
¡cómo gimen las aves prematuras!
El “Matapajaritos”
trae augurios de muerte y soledad.

Se avecina el aguacero.
El viento martiriza los vástagos del sauce,
como ángeles suicidas al borde del colapso
indemnes se azotan al filo del tejado.

En las ascuas de la hoguera se consumen los espinos
y brinca la tetera como bruja endemoniada.
Ni Dios sabe por qué ladran los perros.

(“Octubre todo pudre...”
filosofaba un hombre de la aldea.
Hablo del padre de mi compañerita de la Escuela,
ella conocía la lluvia hasta los tuétanos,
porque nunca tuvo un par de zapatitos.
El amor la subyugó tempranamente y parió siete chiquillos,)

La lluvia del Ingenio es la esperanza del Molino.
Principio del trigal para la hogaza,
luna milagrosa para el hambre de los pobres.
MARIÓN CANALES JOFRÉ
(1997)

Una autora cargada de elementos positivos: energía, destreza, y un escoplo mágico para
esculpir poemas bien estructurados, profundos en forma y contenido. Esperamos mucho de esta poeta,
la sabemos inteligente y laboriosa. Habrá de constituirse -andando el tiempo- entre las mejores...

AUSENCIA

Llueve.
Son tus ojos
Cayendo a raudales
Sobre los vidrios
De mi ventana.

El sonido de la lluvia
Es un llanto contenido
Para este momento.

Agua bendita y necesaria
Como la ausencia
Eres tan mío
Cuando estás lejos.

Háblame
Dejame en este mundo
Sencillo
La magia de tu mirada
No la debela un beso.

Mírame
Ya siento desplegar mis alas
Y tengo miedo
La luz de tus ojos
Es el vientre dela muerte
De silencio.

LILA CALDERÓN

LILA CALDERÓN
(1956)

He aquí la lluvia vistiéndose de manera distinta, es la lluvia de los últimos días que va adquiriendo otras tonalidades hasta serla sangre que se derrama porque la estupidez humana ha fabricado su
propio fin.
Visión apocalíptica que hasta la garza de cristal de los sueños se rompe...

LLUVIA FINAL

Las calles con sus murallones atentos a desmoronarse
dejaron rodar la lluvia
subtítulos para cientos de monólogos
acumulados por la historia.
Las radios saturadas de frecuencias
rebotarán sus voces confundidas.
Nadie reconocerá su parlamento
idiomas montados unos sobre otros
enmascaran la lectura.
Entre los charcos de lluvia y sus borrosos reflejos cada cual intenta encontrar
una frase
para volverla a lanzar como bumerang siniestro
Las palabras convertidas en imágenes
se proyectarán sobre el barro.
Alguien advirtió sobre el peligro de reciclar el ciber espacio
y adelantó su protesta como una profecía.
El caos abre sus puertas.
La cada de Pandora agotó su cupo sin embargo llueve.
Todo es ácido
El sol enciende un grito y una estrella se rompe el corazón.
La sangre atrae sangre
y alcantarillas latiendo con sus venas hinchadas se bifurcan en río.
Avenidas inmensas absorben la textura del pavimento
abren grietas y los zapatos resbalan
llevando a sus usuarios tierra adentro.
Las muerte se parece a esto
dijo también pero no lo oyeron
La presión del autodiálogo
Toda comunicación es un enfrentamiento
Soy lo único que me queda
Ese sueño era mío devuélvanmelo
era la crónica de la humanidad
abismándose entre la vida y la muerte preguntándose qué he de hacer
si descolgar un anuncio ensombrecido
por el recuerdo de la Belleza
o una fatalidad como la escritura misma
llamada Casandra
S
Un sombrero negro se desplaza por el tiempo
buscando una cabeza
y su sueño cae destemplado sin saber donde ubicarse
quién duerme en esta plaza
la hora no transcurre y sólo el viento deja caer
su quejido
A quién despertar Una voz late en las calles
universales
buscando una frecuencia en donde anclarse
Los poetas mueren El pecho les estalla
como una ráfaga de signos
su dolor atraviesa los flechazos de la lluvia
y desaparecen convertidos en leyendas
anónimas donde cada cita se vuelve dudosa
Mensajes para carpetas virtuales
que pronto vendrán a picotear los pájaros...